Que el amor se transformó en aventura, en una experiencia de alto riesgo
aferrando con mis brazos tu cintura, he bebido como un niño de tus pechos
saboreando suavemente tu saliva, he llegado a deshacerme de este cuerpo
y perdido en las llanuras infinitas olvidado los dolores este invierno
a la mañana, y a la siesta y esta tarde, por la noche y cuando el sol nace de nuevo
he quedado sin palabras ni emociones, navegando lentamente nuestro cielo.
Y fue así
que nuestro amor se transformó en aventura, en una experiencia d e alto riesgo
en una música exitante y poderosa, en comida deliciosa, en un vuelo.
Y comprendí el significado de la sangre que corría entre tus muslos
la aventura de crear, de hacer nacer de nosotros nueva vida.
Simplemente te fui a buscar, te encontré en el mar profundo donde crecen
algas azuladas y aferrados a las rocas viven musgos en agosto y en enero.
Después llegó nuestro premio y la aventura se transformó en luz
en la tibieza del hogar, en el reposo junto al caldero humeante siempre lleno.
Y fue asì que nuestra vida se transformó en aventura, en una experiencia de alto riesgo, durmiendo la siesta del sábado a la tarde con todo el tiempo
entre sábanas blanquísimas, abrazados hasta el colmo
reposando nuestras almas, respirando despacio nuestros cuerpos
nos preguntamos en silencio si el universo estaría todavía allí
no importa demasiado…